ESPIRITUALIDAD
Es un llamado a la Santidad que invita a adentrarse en un camino de vida espiritual a través de la consagración diaria al Inmaculado Corazón de María, para así, desde su corazón consagrarnos al Corazón de Jesús Niño, Verbo encarnado en su vientre; y como dice la Palabra que solamente «de los que son como niños es el Reino de los Cielos» (Mt 18,3); pedimos la gracia de ser como niños para poder contemplar la Cruz como la máxima expresión de amor de nuestro Señor Jesucristo, desear su dulzura y a los pies de Jesús Eucaristía unir nuestros corazones al de Jesús crucificado, entregándonos como ofrendas vivas de amor por la vida naciente (Rm 12,1; LG,10; SCa, 96), no solamente por los que están en el vientre, sino por los que aún no han nacido a al amor de Dios.