Ora por la vida

Ora por la vida

León XIII, el Papa de la Doctrina social de la Iglesia, escribió no menos de once encíclicas sobre el rosario, sin contar las cartas y los decretos en los que insiste para que el pueblo de Dios rece de nuevo el rosario. Pío XII rezaba habitualmente el rosario y recomendaba esta oración, a la que llamaba «el breviario del Evangelio». Juan XXIII dedicó su primera encíclica al rosario. La primera audiencia general de Pablo VI, al día siguiente de su elección, estuvo consagrada al rosario. ¡Y no hablemos de Juan Pablo II, nuestro santo Mariano y próvida!

Por ello, el Santo Rosario por la vida, es un arma importantísima para nosotros en medio de esta guerra por parte de la cultura de la muerte; el Santo Rosario desea sumergirnos en el Inmaculado seno de nuestra Madre para alcanzar por su medio el Corazón Eucarístico de Nuestro Señor Jesucristo. En ella somos llamados a ofrecernos a Dios, en unión con la Virgen María, como víctimas de Amor por la Vida Naciente.  Es recomendable realizar esta “Rosario por la Vida” a los pies de Jesús Sacramentado; en caso contrario, vívase en familia o en tu grupo parroquial, a modo de cenáculos para que sea aún más de gran provecho para muchas almas. S.S. Pío XII dijo: «El rosario es el sacrifico de la noche» recémoslo diario, recémoslo para defender a los más inocentes.

La Adopción Espiritual cura las profundas heridas interiores causadas por el pecado del aborto. Permite a las madres recuperar la fe en la Misericordia Divina, trayendo paz a sus corazones. Permite que quienes no han abortado y todos en general podamos defender la vida de los bebés en el vientre desde la fe y la oración, así como orar por la conversión de las personas involucradas en la industria del aborto.

Tras las apariciones de Fátima, como respuesta a las llamadas de la Madre de Dios al rezo del Rosario, la penitencia y la expiación de los pecados que más hieren su Inmaculado Corazón; brota en Polonia la Adopción Espiritual y ahora para continuar propagando esta obra de misericordia por los más pequeños, te invitamos a adoptar espiritualmente a un bebé en riesgo de ser abortado, orando e intercediendo diariamente por él y sus padres biológicos durante 9 meses. Le asignas un nombre al bebé y tu compromiso es cuidarlo con tu oración amorosa.

Cada 13 de Mayo, bajo la protección de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, lanzamos nuestra campaña de adopción espiritual “Ora por un Niño por Nacer”, desde nuestra página de Facebook, a la cual toda persona de buena voluntad se puede unir registrándose a través de nuestro formulario en línea. Acompañamos mes a mes a los padres espirituales mediante mensajes por correos electrónicos.

¡Que tu corazón sea un vientre de amor! ¡Anímate a custodiar desde tu oración a la vida naciente, no solo la de los niños en el vientre, sino también de quienes no han nacido al amor de Dios!

Puedes hacerlo uniéndote a nuestra campaña anual o bien de manera personal comprometiéndote con tu oración diaria por 9 meses. Escribenos!

«El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo abrace su Cruz y sígame» (cf. Mc 8,34).

«Participar del Vía Crucis significa tener parte; parte en la cruz de Cristo. Quiere decir, experimentar en el Espíritu Santo el amor que esconde tras de sí la cruz de Cristo. Quiere decir reconocer, a la luz de este amor, la propia cruz. Quiere decir cargarla sobre la propia espalda y, movidos cada vez más por este amor, caminar…»  Caminar a través de la vida, imitando a Aquél que «soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios» (cf. Hb 12,2).

El recorrido del Vía Crucis, unido al dolor de los niños no nacidos, es doloroso, ya que estos pequeños verdaderamente atraviesan una crucifixión en el vientre de sus madres. Lugar que debería ser un santuario de vida y por el pecado, la madre, quién debería defender a su pequeño, convierte ese santuario en un cementerio. No solo el pequeño muere, sino un pedazo del corazón de esa mamá, muere con su pequeño, ya no hay vuelta atrás. Sin embargo, algún día la luz entrará al corazón del padre y la madre, teniendo la oportunidad del arrepentimiento por haber asesinado a su propio hijo, en ese momento Dios estará esperando con los brazos abiertos a la familia del niño abortado. El aborto se ha convertido en una masacre, los cementerios se quedan cortos ya que son millones de niños que mueren sin una digna sepultura.

Este Vía Crucis te propone convertirte en un defensor de la vida, uniendo tus dolores a los padecimientos del Corazón de Jesús, ofreciendo todo el camino por los niños, que están expuestos a ser abortados, nazcan y cumplan la misión que Dios, el dueño de la vida y el único que puede quitarla, les ha otorgado. Esta batalla es intensa, pero el dolor de estos niños abortados no es en vano. Cada gota de sangre derramada sobre la tierra que fue creada como un regalo para ellos, traerá, por la misericordia de Dios, fuerza para la conversión de nuestros corazones ya que la sangre derramada de los más pequeños e indefensos también es semilla para cristianos.

Así que a defender la vida todos unidos, ya que la cultura de muerte es una realidad contra la cual todo cristiano Católico debe de luchar. Reconozcamos que la VIDA TRIUNFARÁ SOBRE LA MUERTE.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN POR LA VIDA NACIENTE

Hoy en Divina Voluntad deseamos consagrarnos al Inmaculado Corazón de María, para adentrarnos en su amor maternal y desde su corazón de Madre, consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús Niño en su vientre, pidiendo así la gracia de ser como niños, ya que solamente los que son como niños, entrarán en el Reino de los Cielos (cf.Mt 18,3).

Es desde los dos Corazones unidos, por el Espíritu Santo que podremos contemplar la Cruz como la máxima expresión de amor de nuestro Señor Jesucristo, quien nos dice  “el que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, ABRACE SU CRUZ Y SÍGAME” (cf. Mc 8, 34).

Así, pedimos la gracia de amar la Cruz, de desearla tal como un niño desea un caramelo, saborear su dulzura, recibir su luz, sus colores y enaltecerla.

Por eso hoy, a los pies de la Eucaristía, entregamos nuestros corazones unidos al de Jesús en la Cruz,  como una ofrenda de amor por la vida, por los niños por nacer, no solo los del vientre, sino por los que no han nacido al amor de Dios; por las familias, (intenciones personales) vocaciones,  seminaristas, religiosos, diáconos, sacerdotes, obispos, el Papa y toda la Iglesia Universal.

Para que como niños, unidos en un ejército de amor maternal, hoy te digamos “Padre que se haga tu Divina Voluntad y no la nuestra”

Divino niño Jesús, Séllanos con Tu Divino Amor

y con ese Eterno Amor, Sella a todos los niños por nacer. Amén.

Virgen de Guadalupe, intercede por los no nacidos

y ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros

San Juan Pablo II, Ruega por nosotros

San Miguel, San Gabriel, San Rafael, Ángeles Custodios,

rueguen por Nosotros.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo, contra la perversidad y las asechanzas del Demonio, que Dios manifieste sobre él su divino poder, es nuestra humilde súplica, y tú, ¡oh! Príncipe de la milicia celestial, arroja en el infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Ángel de mi guarda dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes solo porque sin ti me perdería y en la hora de mi muerte llévame feliz a los brazos de Jesús, José y María. Amén.

SALVEMOS VIDAS. SEMBREMOS ESPERANZA. ESCUCHEMOS SUS LATIDOS.