CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS AL VERBO ENCARNADO
Este camino de consagración es profundamente eucarístico. Solo aquel que se hace como niño podrá descubrir el Reino de los Cielos (Mt 18, 1-5) en su interior. Esto sucede en las almas que, al contemplar la Eucaristía, descubren la presencia viva de Cristo en el Sacramento y reconocen que, por su bautismo, son profetas, sacerdotes y reyes, llamados todos a ser almas eucarísticas, adoradores en espíritu y en verdad (Jn 4, 23-24), porque es la Eucaristía la fuente de vida, fuerza y fidelidad para entrar en la Jerusalén celestial, el cielo prometido.
ESQUEMA DE LA ORACIÓN DIARIA:
• Bendecir al niño en la mañana.
• Lectura Palabra de Dios: Colocada abierta en un lugar especial del hogar, con vela encendida. Si el niño ya puede leer, él mismo proclamará la Palabra en pie, y todos escucharán con atención, dándole a la Palabra un lugar importante.
• Predicación del Padre: Esta puede ser leída por el padre de familia
• Oración: Leemos la oración correspondiente.
• Silencio: Después se hará un momento de silencio, y se le preguntará al niño: ¿Qué te dijo la Palabra de Dios?
• Santo Rosario: Realizamos el rezo del Santo Rosario correspondiente al día.
ACTIVIDADES DURANTE LOS 9 DIAS DE ORACIÓN:
• Rociar agua bendita en el hogar, en especial donde descansa el niño.
• Ordenar el Hogar
• Bendecir los alimentos en cada tiempo
• Bendecir al niño en la mañana.
• Realizar oración correspondiente a cada día
• Vela encendida durante la oración.
ORACIÓN BENDICIÓN DE ALIMENTOS
(Realizar esta oración antes de comer: Desayuno, almuerzo y cena)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor bendice estos alimentos que nos estás dando, ven Jesús en nosotros a alimentarte, a compartir esta mesa, a reparar por nuestros excesos y los excesos de toda la humanidad, dad pan a los que tienen hambre y hambre de Ti a los que tenemos de este pan. +En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE BENDICIÓN DIARIA
(Realizan la señal de la cruz en la frente del niño, al iniciar la bendición todos los días por la mañana.)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Que el Señor te bendiga y te guarde, brille su rostro sobre ti, te sea propicio y te dé su paz (Nm 6,24-26). Que la sangre de nuestro Señor Jesucristo te defienda, te proteja y te cubra de todo mal, te haga invisible ante todas las asechanzas del enemigo (Ap 12,1). Que la Santísima Virgen María te envuelva con su manto de estrellas. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y, con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (Cfr. Ef 1,13). Amén.
SEGUNDO DIA – INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Te ofrecemos Padre este día en preparación para la consagración al Corazón de tu Hijo Verbo Encarnado por medio del Inmaculado Corazón de María.
ORACIÓN DE INICIO
Hoy, en tu Voluntad Divina, Abbá Padre, vengo a los pies de tu Hijo Jesucristo, contemplando su santa Infancia en la Hostia Consagrada. Hoy, Jesús, quiero jugar contigo, quiero abrazarte. Ven, Jesús, a mí, para adorar al Padre y reparar por todos los pecados de la humanidad. Quiero unirme a todos los niños del mundo, en todos los continentes, y a todos los que desean ser como niños, para reparar junto con la Iglesia triunfante, purgante y militante, y con todo el coro celestial, por todo aquello que nos aleja de ser como niños; porque solamente los que son como niños entrarán en el Reino de los Cielos (cf. Mt 18,3).
Hazme, Señor, pequeño ante tu grandeza (cf. Mt 11,25), humilde ante tu amor (cf. St 4,6), y puro de corazón para verte en cada Eucaristía (cf. Mt 5,8). Que mi adoración reparadora sea una sonrisa de niño que consuela tu Corazón herido y glorifica eternamente al Padre (cf. Jn 17,1). Hoy imprime en cada latido de mi corazón y en el de todos los niños del mundo, en el de todos los corazones de Domus Vitae, un te amo bebé Jesús, un protégenos, un enséñanos a abrazar la cruz tan fuerte, tan fuerte que tú bebé Jesús recibas este abrazo en nombre de toda la humanidad. Amén.
Leer: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (1, 37-50).
PREDICACIÓN DE LOS PADRES
Pequeño niño de Jesús, el Arcángel San Gabriel se presentó a la Santísima Virgen María y le anunció que concebiría al Hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo (cf. Lc 1,26-38). Imagina cuánta confianza tuvo la Virgen en Dios Padre para darle su Fiat Mihi: “Hágase en mí según tu Palabra”. Ella acogió la Voluntad del Padre, y por ello, el Hijo de Dios se hizo hombre en su vientre (cf. Jn 1,14).
Ahora tú estás abrazando un camino para entregar tu corazón a Jesús Niño. Pero antes debes entrar al vientre de la Santísima Virgen María, como si fueras el mismo Jesús. ¿Estás listo para decirle “sí” a Dios y nacer de nuevo en el vientre de tu Mamá María? Porque cuando tú le dices que sí, Él hace grandes maravillas en ti, y lo hará en todos los niños del mundo (cf. Lc 1,49). La Virgen María quiere que todos los niños del mundo reciban el sacramento del Bautismo, nazcan a la vida de la gracia y reciban el sello indeleble de su pertenencia a Cristo (cf. Jn 3,5; Ef 1,13). ¡Te imaginas! Es un sello que jamás se quita. Pero también tienes que nacer de nuevo todos los días, convertirte cada día y ser mejor para Dios (cf. Mt 18,3).
¿Estás dispuesto? ¿Estás dispuesto a permanecer pequeño en tu corazón, como los niños de la Virgen María (cf. Mt 19,14; Lc 10,21)? Sabías que aquellos niños que le entregan su corazón a Ella, Ella, como bondadosa Madre, los defiende y protege de las asechanzas del enemigo, los protege y los lleva al Corazón de su Hijo en Belén (cf. Ap 12,17; Lc 2,7). Es importante que sepas, aunque seas niño, que el demonio sí existe y quiere que tú no entres espiritualmente en el vientre de la Virgen María (cf. 1 Pe 5,8).
Por ello, toma el Rosario, no tengas miedo (cf. Lc 1,30). Lucha para llegar al cielo y únete a todos los niños del mundo que rezan el Rosario (cf. Lc 18,1). Confía en la fuerza que brota de la oración (cf. Flp 4,6-7). ¡No estás solo! Lucha para llegar a la meta del cielo y para preparar tu corazoncito para la consagración (cf. 2 Tm 4,7).
ORACIÓN
Abba Padre, te pedimos la gracia de entrar en el vientre de la Santísima Virgen María (cf. Lc 1,35). Envíanos tu Espíritu Santo para que nuestros corazones sean preparados por el Corazón de Mamá María para entrar en el Corazón de Jesús Niño y consagrarnos a Él (cf. Jn 14,26; Lc 2,19). Queremos entregar nuestro corazoncito como un regalo al Niño Jesús (cf. Mt 2,11). Ayúdanos, Padre, a ser hijos fieles de la Virgen María (cf. Jn 19,26-27) y a llevar el rezo del Santo Rosario como un cordón umbilical que nos une a nuestra Madre todos los días (cf. Lc 1,46-49). Queremos ser niños que oren por los niños del mundo (cf. Mt 18,19-20). ¡Abba Padre, queremos abrazar a Mamá María! Ayúdanos a jugar en sus brazos y dejarnos cubrir por su manto (cf. Is 66,13; Rt 2,12). Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor y, con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jr 1,5).
SANTO ROSARIO
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y Sábado)
PRIMER MISTERIO GOZOSO: El Niño Jesús se encarna en el vientre de la Virgen María.
Te pedimos, Abbá Padre, descubrir el misterio de la Encarnación en cada uno de nuestros corazoncitos. Queremos que Jesús Niño se encarne en nosotros, en nuestro interior, como si nosotros fuéramos su pesebre, y vivir este intercambio de corazones: nosotros entregarle el nuestro y que Él, Jesús, nos entregue el suyo. Que Jesús habite en cada niño del mundo, y así, por el misterio de la Encarnación, viva el reinado de Jesús Niño, porque un niño nos guiará (Is 11,6; Jn 1,14; Lc 1,35).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO: La Santísima Virgen María visita a su prima Santa Isabel.
Padre, queremos recibir a tu Hijo en el vientre de la Virgen María y saltar de gozo como niños pequeños, tal como saltó San Juan Bautista (Lc 1,39-44). Te pedimos, Abbá Padre, que todos los niños del mundo que no conocen a la Virgen María se enamoren de su amor maternal y jueguen en sus brazos de Mamá, reconociendo que ningún niño del mundo es huérfano (Jn 19,26-27).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
TERCER MISTERIO GOZOSO: El Nacimiento del Niño Jesús en Belén
Te pedimos, Jesús Niño, que vengas a nacer en todos los niños del mundo como si fuéramos tus pesebres. Queremos adorarte como los Reyes Magos y cargarte en nuestros bracitos de niños, como Mamá María y San José (Lc 2,6-12; Mt 2,11). No te sientas solo, Niñito Jesús, porque habemos muchos niños que queremos jugar contigo. Somos tu paja, tu alfombra de corazones cristianos, para que vengas como Rey a reinar en nuestros corazones (Mt 18,3; Lc 2,14).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
CUARTO MISTERIO GOZOSO: La Presentación del Niño Jesús en el Templo
Padre, queremos pedirte la gracia de presentar en el templo a todos los niños del mundo, en especial a los que no tienen qué comer, que están muy tristes y llenos de amargura. Queremos que todos los niños del mundo comprendan que la cruz es esperanza y no tristeza. Ayúdanos para que seamos tus niños obedientes, que podamos decirte: “Aquí estamos para hacer tu Voluntad, Papá” (Lc 2,22-24; Heb 10,7; Mt 11,28-30).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
QUINTO MISTERIO GOZOSO: La Pérdida y Hallazgo del Niño Jesús en el Templo
Corazón de Jesús Niño, hay muchos niños perdidos alrededor del mundo entero que no te conocen. Existen niños cuyos padres jamás les han hablado de ti o que aún no han sido bautizados; niños que no saben que tú nos creaste hombre o mujer; niños confundidos por ideologías o estrategias extrañas que hacen daño a los niños (Gn 1,27; Mt 19,14). Yo hoy te pido, Niño Jesús, que los niños perdidos regresen a tus bracitos de Niño en el pesebre y sanen sus heridas, para que, al encontrarte, jueguen contigo y sientan todo ese amor eterno que tú les quieres dar (Lc 2,46-49; Mt 18,12-14). Encuéntralos, Jesús, que tú los amas y ellos te necesitan, ¡yo también te necesito!
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
Te ofrecemos Señor este Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria por el Papa N.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
ORACIÓN DE ENTREGA – FINAL
En tu Voluntad Divina, Corazón de Jesús Niño, vivo y presente en la Eucaristía, te entregamos con humildad todo lo que hemos vivido. Te entrego mis piecitos de niña, unidos a tus piecitos, Jesús. En ellos te ofrezco cada paso de cada sacerdote, misionero, servidor, de todos los niños salvados y de todos los niños que están en las pancitas de mamá y que no podrán caminar, porque no podrán nacer (cf. Jr 1,5; Sal 139,13-16).
Te entrego todo, Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, en reparación por cada paso fuera de tus piecitos de Niño (cf. Lc 2,19; Lc 2,51). Lleva, Jesús, a todos a tus pasos de Niño, y haz de Domus Vitae, de mis padres y de los niños más pequeñitos, un lugar donde, adorándote, se levante un ejército de niños adoradores por el mundo entero (cf. Mt 19,14; Sal 8,3). Te beso a Ti, Bebé Jesús, vivo en la Eucaristía. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor, y con ese eterno amor sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jn 3,16). Amén.
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.