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SEPTIMO DIA – ABBÁ PADRE

CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS AL VERBO ENCARNADO

Así nuestros hijos —sus hijos— vivirán el triunfo del Inmaculado Corazón en su interior. Caminarán no solo bajo la protección de Santa María Virgen, Madre de Jesús, Reina y Madre nuestra, sino que también, como consagrados, recibirán la fuerza para luchar contra el pecado y contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios en sus vidas.

ACTIVIDADES DURANTE LOS 9 DIAS DE ORACIÓN:
• Rociar agua bendita en el hogar, en especial donde descansa el niño.
• Ordenar el Hogar
• Bendecir los alimentos en cada tiempo
• Bendecir al niño en la mañana.
• Realizar oración correspondiente a cada día
• Vela encendida durante la oración.

ORACIÓN BENDICIÓN DE ALIMENTOS
(Realizar esta oración antes de comer: Desayuno, almuerzo y cena)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor bendice estos alimentos que nos estás dando, ven Jesús en nosotros a alimentarte, a compartir esta mesa, a reparar por nuestros excesos y los excesos de toda la humanidad, dad pan a los que tienen hambre y hambre de Ti a los que tenemos de este pan. +En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN DE BENDICIÓN DIARIA AL NIÑO
(Realizan la señal de la cruz en la frente del niño, al iniciar la bendición todos los días por la mañana.)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Que el Señor te bendiga y te guarde, brille su rostro sobre ti, te sea propicio y te dé su paz (Nm 6,24-26). Que la sangre de nuestro Señor Jesucristo te defienda, te proteja y te cubra de todo mal, te haga invisible ante todas las asechanzas del enemigo (Ap 12,1). Que la Santísima Virgen María te envuelva con su manto de estrellas. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y, con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (Cfr. Ef 1,13). Amén.

DIA SEPTIMO – ABBÁ PADRE

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Te ofrecemos Padre este día en preparación para la consagración al Corazón de tu Hijo Verbo Encarnado por medio del Inmaculado Corazón de María.

ORACIÓN DE INICIO
Hoy, en tu Voluntad Divina, Abbá Padre, vengo a los pies de tu Hijo Jesucristo, contemplando su santa Infancia en la Hostia Consagrada. Hoy, Jesús, quiero jugar contigo, quiero abrazarte. Ven, Jesús, a mí, para adorar al Padre y reparar por todos los pecados de la humanidad. Quiero unirme a todos los niños del mundo, en todos los continentes, y a todos los que desean ser como niños, para reparar junto con la Iglesia triunfante, purgante y militante, y con todo el coro celestial, por todo aquello que nos aleja de ser como niños; porque solamente los que son como niños entrarán en el Reino de los Cielos (cf. Mt 18,3).

Hazme, Señor, pequeño ante tu grandeza (cf. Mt 11,25), humilde ante tu amor (cf. St 4,6), y puro de corazón para verte en cada Eucaristía (cf. Mt 5,8). Que mi adoración reparadora sea una sonrisa de niño que consuela tu Corazón herido y glorifica eternamente al Padre (cf. Jn 17,1). Hoy imprime en cada latido de mi corazón y en el de todos los niños del mundo, en el de todos los corazones de Domus Vitae, un te amo bebé Jesús, un protégenos, un enséñanos a abrazar la cruz tan fuerte, tan fuerte que tú bebé Jesús recibas este abrazo en nombre de toda la humanidad. Amén.

Leer: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (6, 9-13)

PREDICACIÓN DE LOS PADRES
¿Sabías que tú (ustedes, niños) son los más amados por Dios Padre? Nuestro Abbá Padre quiere que siempre confíes en Él y hagas su Voluntad (1 Jn 4,19). No tengas miedo a llamarlo Abbá Padre; Él es el Dios todopoderoso y tú eres su pequeño niño que está tatuado en la palma de su mano, inscrito en su Corazón (Is 49,16).

Si tú confías en Él y buscas su Voluntad, Él siempre te protegerá (Sal 121,7-8). Siempre lo quiere hacer, pero como tú tienes libre albedrío —que puedes decidir ser obediente o ser desobediente—, Él te espera y quiere que tú siempre le escuches, sigas su Voz y vivas el Reino de su voluntad divina. Él espera que tú lo ames como Él, tu Abbá, te ama (Dt 6,5). ¿Cómo le escuchas? Desde la oración. Recuerda rezar todos los días: cuando te levantes, durante el día, al menos 3 veces; recuerda que Jesús, el Hijo de Dios, murió en la cruz a las 3 de la tarde y entregó todo su ser por ti (Jn 19,30). También reza durante la noche, al acostarte.

El Padre es como un niño y quiere que tú cumplas y vivas sus mandamientos, y que todos los niños del mundo y los que quieren ser como niños sean obedientes a Él, porque Él es como un niño (Mt 18,3). Él quiere cuidarte mucho y quiere que tú seas un niño muy cercano a sus mandamientos y a su amor paternal. No temas, ora mucho y haz la oración del Padre Nuestro siempre por todos los niños del mundo (Mt 6,9-13).

ORACIÓN
Abbá Padre, por medio del Corazón de tu Hijo, el Verbo Encarnado (inclinar la cabeza para exaltar el misterio), te pedimos por todos los niños del mundo, para que todos entren en el Reino de tu Voluntad Divina y vivan el reinado de Jesucristo en sus corazones, como esos niños, hijos del Padre que obedecen siempre a sus mandatos con alegría (Mt 18,3; Lc 2,52). Abbá Padre, ¡recibe en tu Corazón de Papá a todos los niños del mundo y haz de todos los padres hombres santos como San José! (Ef 6,4).

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos de todo mal. Amén (Mt 6,9-13).

SANTO ROSARIO
MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)

PRIMER MISTERIO DOLOROSO: Jesús en el Huerto de Getsemaní
Padre, te pedimos que todos los niños del mundo puedan decirte con amor y confianza: “Padre, si puedes, líbrame de este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Que tus pequeños entren verdaderamente en el Reino de la Divina Voluntad y aprendan a cumplir tus mandamientos, velando siempre en oración. Que, en medio de sus pequeñas pruebas, descubran que tu Voluntad es el camino seguro hacia la paz y la santidad.

1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor
y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.

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SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO: La Flagelación del Señor
Padre, por cada flagelo que recibió tu Hijo Jesús, te pedimos que los niños del mundo jamás teman a la cruz. Que comprendan, por medio del pequeño y santo “caminito de la cruz”, que cada sufrimiento abrazado con amor se convierte en alas para volar al cielo. Que aprendan desde su infancia que el dolor ofrecido con fe y amor redime, purifica y transforma, uniéndolos a la Pasión de tu Hijo amado.

1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor
y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.

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TERCER MISTERIO DOLOROSO: La Coronación de Espinas
Padre, en este misterio te pedimos que todos los pensamientos de los niños sean puros e inocentes, que sus mentes estén unidas a los pensamientos de Cristo y que aprendan a amar la sabiduría del Evangelio. Que por medio de la oración, los niños puedan besar con ternura la cabecita de Jesús Niño, coronada con espinas, y comprender que su dolor fue fruto del amor más grande. Que cada niño del mundo reciba la gracia de pensar con el corazón de Cristo y de ofrecerte pensamientos limpios, humildes y llenos de luz.

1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor
y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.

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CUARTO MISTERIO DOLOROSO: Jesús carga la cruz a cuestas
Padre te pedimos que todos los niños del mundo comprendamos que Jesús es nuestro cirineo.
Que nosotros nos acerquemos a Él en la cruz y con nuestra oración podamos reparar por todos los rechazos y llevándola siempre con amor. Que seamos verdaderos niños de la cruz, para poder exaltarla y así seamos niños santos.

1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor
y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.

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QUINTO MISTERIO DOLOROSO: La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo
Padre, por la entrega de tu Hijo en la cruz, quien con corazón de niño se ofreció por amor a todos los niños del mundo, te pedimos que los niños podamos unir nuestras manos a las de Jesús en la cruz y alabar en medio de todo momento de cruz. Que el Espíritu Santo otorgue la fuerza en medio de la cruz para que el mundo entero reciba la infancia espiritual.

1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor
y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.

Te ofrecemos Señor este Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria por el Papa N.

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

ORACIÓN DE ENTREGA – FINAL
En tu Voluntad Divina, Corazón de Jesús Niño, vivo y presente en la Eucaristía, te entregamos con humildad todo lo que hemos vivido. Te entrego mis piecitos de niña, unidos a tus piecitos, Jesús. En ellos te ofrezco cada paso de cada sacerdote, misionero, servidor, de todos los niños salvados y de todos los niños que están en las pancitas de mamá y que no podrán caminar, porque no podrán nacer (cf. Jr 1,5; Sal 139,13-16).

Te entrego todo, Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, en reparación por cada paso fuera de tus piecitos de Niño (cf. Lc 2,19; Lc 2,51). Lleva, Jesús, a todos a tus pasos de Niño, y haz de Domus Vitae, de mis padres y de los niños más pequeñitos, un lugar donde, adorándote, se levante un ejército de niños adoradores por el mundo entero (cf. Mt 19,14; Sal 8,3). Te beso a Ti, Bebé Jesús, vivo en la Eucaristía. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor, y con ese eterno amor sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jn 3,16). Amén.

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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