CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS AL VERBO ENCARNADO
El arma principal de esta consagración es el Santo Rosario, rezado en especial a los pies del Santísimo, en medio de esta batalla espiritual, que ganaremos con la oración. Los padres serán parte integral de este combate y deberán prepararse en oración, con vida sacramental, confesión y tiempo ante el Santísimo, para que obtengan de Dios la victoria y sus hijos logren vivir a profundidad este tiempo de gracia y oración: No duden que los niños pueden adorar a Dios y escuchar su Voz en el interior.
ACTIVIDADES QUE PUEDES SEGUIR REALIZANDO:
• Rociar agua bendita en el hogar, en especial donde descansa el niño.
• Ordenar el Hogar
• Bendecir los alimentos en cada tiempo
• Bendecir al niño en la mañana.
• Realizar Oración cada noche con tus hijos.
ORACIÓN BENDICIÓN DE ALIMENTOS
(Realizar esta oración antes de comer: Desayuno, almuerzo y cena)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor bendice estos alimentos que nos estás dando, ven Jesús en nosotros a alimentarte, a compartir esta mesa, a reparar por nuestros excesos y los excesos de toda la humanidad, dad pan a los que tienen hambre y hambre de Ti a los que tenemos de este pan. +En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE BENDICIÓN DIARIA
(Realizan la señal de la cruz en la frente del niño, al iniciar la bendición todos los días por la mañana.)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Que el Señor te bendiga y te guarde, brille su rostro sobre ti, te sea propicio y te dé su paz (Nm 6,24-26). Que la sangre de nuestro Señor Jesucristo te defienda, te proteja y te cubra de todo mal, te haga invisible ante todas las asechanzas del enemigo (Ap 12,1). Que la Santísima Virgen María te envuelva con su manto de estrellas. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y, con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (Cfr. Ef 1,13). Amén.
NOVENO DIA – CRUZ DE LUZ
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Te ofrecemos Padre este día en preparación para la consagración al Corazón de tu Hijo Verbo Encarnado por medio del Inmaculado Corazón de María.
ORACIÓN DE INICIO
Hoy, en tu Voluntad Divina, Abbá Padre, vengo a los pies de tu Hijo Jesucristo, contemplando su santa Infancia en la Hostia Consagrada. Hoy, Jesús, quiero jugar contigo, quiero abrazarte. Ven, Jesús, a mí, para adorar al Padre y reparar por todos los pecados de la humanidad. Quiero unirme a todos los niños del mundo, en todos los continentes, y a todos los que desean ser como niños, para reparar junto con la Iglesia triunfante, purgante y militante, y con todo el coro celestial, por todo aquello que nos aleja de ser como niños; porque solamente los que son como niños entrarán en el Reino de los Cielos (cf. Mt 18,3).
Hazme, Señor, pequeño ante tu grandeza (cf. Mt 11,25), humilde ante tu amor (cf. St 4,6), y puro de corazón para verte en cada Eucaristía (cf. Mt 5,8). Que mi adoración reparadora sea una sonrisa de niño que consuela tu Corazón herido y glorifica eternamente al Padre (cf. Jn 17,1). Hoy imprimo en cada latido de mi corazón y en el de todos los niños del mundo, en el de todos los corazones de Domus Vitae, un te amo bebé Jesús, un protégenos, un enséñanos a abrazar la cruz tan fuerte, tan fuerte que tú bebé Jesús recibas este abrazo en nombre de toda la humanidad. Amén.
Leer: Lectura del Apóstol San Pablo a los Romanos (12, 1-5)
PREDICACIÓN DE LOS PADRES
Para ustedes, los niños del mundo (Niño), es la misión de entregar tu vida por amor a Cristo (Rm 12,1). Él se ha quedado vivo en la Eucaristía y la Santísima Trinidad (te) les está llamando a unirse a ese Corazón de Niño del Hijo Jesucristo, para que el Verbo Encarnado (inclinación de cabeza) habite en sus corazones, para que se conviertan todos los niños del mundo en hostias vivas y el aborto sea erradicado, y la cruz sea exaltada y la Eucaristía sea adorada en toda la faz de la tierra (1 Co 10,16; Mt 18,3). Por intercesión de la familia de Nazareth, que brote un ejército de almas eucarísticas de niños y de corazones de niños en toda la tierra, para que así triunfe la Eucaristía, la cruz y la vida (Lc 2,52; Ap 5,12).
ORACIÓN
Te Padre, Hijo y Espíritu Santo, te rogamos por la misión de los niños por los niños del mundo, para que hagan brotar un ejército de niños adoradores eucarísticos por toda la faz de la tierra, y así, Padre, tu Hijo sea adorado, la cruz exaltada y la vida triunfe sobre la muerte (Mt 28,19; Jn 4,24). Trinidad Sacrosanta, por la intercesión de la Familia de Nazareth, levanten la misión de los niños por los niños del mundo, y así las almas eucarísticas brillen por toda la faz de la tierra como cirios encendidos (Lc 2,52; Mt 5,14-16).
Por la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, otorga, Trinidad Sacrosanta, la fuerza del amor de las bodas del Cordero a todos los niños del mundo, y recibe, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el dolor de todos los niños que no han podido nacer, para que los niños del mundo nazcan como los verdaderos misioneros eucarísticos y, por medio de ellos, venga un nuevo tiempo de gracia para la humanidad (Ap 19,7-9; Sal 82,3). Que todos los santos, el coro de ángeles y las almas benditas del purgatorio intercedan para que el Corazón de Jesús sea adorado por toda la faz de la tierra a través de los más pequeños, los niños de la cruz (Ap 5,12; Mt 18,3). Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos (Ap 1,8). Amén.
SANTO ROSARIO
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y Sábado)
PRIMER MISTERIO GOZOSO: El Niño Jesús se encarna en el vientre de la Virgen María.
Te pedimos, Abbá Padre, descubrir el misterio de la Encarnación en cada uno de nuestros corazoncitos. Queremos que Jesús Niño se encarne en nosotros, en nuestro interior, como si nosotros fuéramos su pesebre, y vivir este intercambio de corazones: nosotros entregarle el nuestro y que Él, Jesús, nos entregue el suyo. Que Jesús habite en cada niño del mundo, y así, por el misterio de la Encarnación, viva el reinado de Jesús Niño, porque un niño nos guiará (Is 11,6; Jn 1,14; Lc 1,35).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO: La Santísima Virgen María visita a su prima Santa Isabel.
Padre, queremos recibir a tu Hijo en el vientre de la Virgen María y saltar de gozo como niños pequeños, tal como saltó San Juan Bautista (Lc 1,39-44). Te pedimos, Abbá Padre, que todos los niños del mundo que no conocen a la Virgen María se enamoren de su amor maternal y jueguen en sus brazos de Mamá, reconociendo que ningún niño del mundo es huérfano (Jn 19,26-27).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
TERCER MISTERIO GOZOSO: El Nacimiento del Niño Jesús en Belén
Te pedimos, Jesús Niño, que vengas a nacer en todos los niños del mundo como si fuéramos tus pesebres. Queremos adorarte como los Reyes Magos y cargarte en nuestros bracitos de niños, como Mamá María y San José (Lc 2,6-12; Mt 2,11). No te sientas solo, Niñito Jesús, porque habemos muchos niños que queremos jugar contigo. Somos tu paja, tu alfombra de corazones cristianos, para que vengas como Rey a reinar en nuestros corazones (Mt 18,3; Lc 2,14).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
CUARTO MISTERIO GOZOSO: La Presentación del Niño Jesús en el Templo
Padre, queremos pedirte la gracia de presentar en el templo a todos los niños del mundo, en especial a los que no tienen qué comer, que están muy tristes y llenos de amargura. Queremos que todos los niños del mundo comprendan que la cruz es esperanza y no tristeza. Ayúdanos para que seamos tus niños obedientes, que podamos decirte: “Aquí estamos para hacer tu Voluntad, Papá” (Lc 2,22-24; Heb 10,7; Mt 11,28-30).
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
QUINTO MISTERIO GOZOSO: La Pérdida y Hallazgo del Niño Jesús en el Templo
Corazón de Jesús Niño, hay muchos niños perdidos alrededor del mundo entero que no te conocen. Existen niños cuyos padres jamás les han hablado de ti o que aún no han sido bautizados; niños que no saben que tú nos creaste hombre o mujer; niños confundidos por ideologías o estrategias extrañas que hacen daño a los niños (Gn 1,27; Mt 19,14). Yo hoy te pido, Niño Jesús, que los niños perdidos regresen a tus bracitos de Niño en el pesebre y sanen sus heridas, para que, al encontrarte, jueguen contigo y sientan todo ese amor eterno que tú les quieres dar (Lc 2,46-49; Mt 18,12-14). Encuéntralos, Jesús, que tú los amas y ellos te necesitan, ¡yo también te necesito!
1Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
Te ofrecemos Señor este Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria por el Papa N.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
ORACIÓN DE ENTREGA – FINAL
En tu Voluntad Divina, Corazón de Jesús Niño, vivo y presente en la Eucaristía, te entregamos con humildad todo lo que hemos vivido. Te entrego mis piecitos de niña, unidos a tus piecitos, Jesús. En ellos te ofrezco cada paso de cada sacerdote, misionero, servidor, de todos los niños salvados y de todos los niños que están en las pancitas de mamá y que no podrán caminar, porque no podrán nacer (cf. Jr 1,5; Sal 139,13-16).
Te entrego todo, Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, en reparación por cada paso fuera de tus piecitos de Niño (cf. Lc 2,19; Lc 2,51). Lleva, Jesús, a todos a tus pasos de Niño, y haz de Domus Vitae, de mis padres y de los niños más pequeñitos, un lugar donde, adorándote, se levante un ejército de niños adoradores por el mundo entero (cf. Mt 19,14; Sal 8,3). Te beso a Ti, Bebé Jesús, vivo en la Eucaristía. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor, y con ese eterno amor sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jn 3,16). Amén.
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.