CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS AL VERBO ENCARNADO
Sin embargo, nos encontramos en medio de un fuerte combate espiritual (Ef 6,14-18), en el cual el demonio ataca especialmente a los niños por su pureza y su fuerza espiritual manifestada en la pequeñez. Busca destruir su inocencia y utiliza todos los medios —videos, música, juegos, formación escolar— para herir el alma de aquellos niños que son el pueblo escogido de Dios. También ataca a los adultos que conservan un corazón de niño, porque a través de ellos Dios obtiene grandes victorias.
ESQUEMA DE LA ORACIÓN DIARIA:
• Bendecir al niño en la mañana.
• Lectura Palabra de Dios: Colocada abierta en un lugar especial del hogar, con vela encendida. Si el niño ya puede leer, él mismo proclamará la Palabra en pie, y todos escucharán con atención, dándole a la Palabra un lugar importante.
• Predicación del Padre: Esta puede ser leída por el padre de familia
• Oración: Leemos la oración correspondiente.
• Silencio: Después se hará un momento de silencio, y se le preguntará al niño: ¿Qué te dijo la Palabra de Dios?
• Santo Rosario: Realizamos el rezo del Santo Rosario correspondiente al día.
ACTIVIDADES DURANTE LOS 9 DIAS DE ORACIÓN:
• Rociar agua bendita en el hogar, en especial donde descansa el niño.
• Ordenar el Hogar
• Bendecir los alimentos en cada tiempo
• Bendecir al niño en la mañana.
• Realizar oración correspondiente a cada día
• Vela encendida durante la oración.
ORACIÓN BENDICIÓN DE ALIMENTOS
(Realizar esta oración antes de comer: Desayuno, almuerzo y cena)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor bendice estos alimentos que nos estás dando, ven Jesús en nosotros a alimentarte, a compartir esta mesa, a reparar por nuestros excesos y los excesos de toda la humanidad, dad pan a los que tienen hambre y hambre de Ti a los que tenemos de este pan. +En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE BENDICIÓN DIARIA
(Realizan la señal de la cruz en la frente del niño, al iniciar la bendición todos los días por la mañana.)
+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Que el Señor te bendiga y te guarde, brille su rostro sobre ti, te sea propicio y te dé su paz (Nm 6,24-26). Que la sangre de nuestro Señor Jesucristo te defienda, te proteja y te cubra de todo mal, te haga invisible ante todas las asechanzas del enemigo (Ap 12,1). Que la Santísima Virgen María te envuelva con su manto de estrellas. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y, con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (Cfr. Ef 1,13). Amén.
TERCER DIA – CORAZÓN DE JESÚS NIÑO
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Te ofrecemos Padre este día en preparación para la consagración al Corazón de tu Hijo Verbo Encarnado por medio del Inmaculado Corazón de María.
ORACIÓN DE INICIO
Hoy, en tu Voluntad Divina, Abbá Padre, vengo a los pies de tu Hijo Jesucristo, contemplando su santa Infancia en la Hostia Consagrada. Hoy, Jesús, quiero jugar contigo, quiero abrazarte. Ven, Jesús, a mí, para adorar al Padre y reparar por todos los pecados de la humanidad. Quiero unirme a todos los niños del mundo, en todos los continentes, y a todos los que desean ser como niños, para reparar junto con la Iglesia triunfante, purgante y militante, y con todo el coro celestial, por todo aquello que nos aleja de ser como niños; porque solamente los que son como niños entrarán en el Reino de los Cielos (cf. Mt 18,3).
Hazme, Señor, pequeño ante tu grandeza (cf. Mt 11,25), humilde ante tu amor (cf. St 4,6), y puro de corazón para verte en cada Eucaristía (cf. Mt 5,8). Que mi adoración reparadora sea una sonrisa de niño que consuela tu Corazón herido y glorifica eternamente al Padre (cf. Jn 17,1). Hoy imprimo en cada latido de mi corazón y en el de todos los niños del mundo, en el de todos los corazones de Domus Vitae, un te amo bebé Jesús, un protégenos, un enséñanos a abrazar la cruz tan fuerte, tan fuerte que tú bebé Jesús recibas este abrazo en nombre de toda la humanidad. Amén.
Leer: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (1, 18-25).
PREDICACIÓN DE LOS PADRES
Jesús Niño quiere habitar en tu corazón (cf. Jn 14,23). ¿Sabías que Jesús nace en cada niño que nace? (cf. Sal 139,13-14). Sin embargo, existen muchos niños en el mundo que sus mismos padres no los dejan nacer: se llaman niños abortados (cf. Jr 1,5). Pero tú ahora estás llamado a nacer al Corazón de Jesús y dejar a Jesús jugar en tu corazón por medio de este camino de consagración (cf. Mt 18,3).
¿Le vas a entregar tu corazón al Corazón de Jesús Niño para que seas siempre un niño? (cf. Ez 36,26). Aunque crezcas en edad, tu corazón permanecerá como el de un niño (cf. Mt 19,14). Jesús, por obra y gracia del Espíritu Santo, se encarnó en su Madre María (cf. Lc 1,35) y quiere encarnarse en tu corazón espiritualmente, para jugar en ti y para que tú le adores siempre, siempre (cf. Jn 4,23). Si reconoces los latidos del Corazón de Jesús, podrás decirle cada día: “Jesús, te amo” (cf. 1 Jn 4,19). Y Él te dirá mil veces: “Te amo” (cf. Jn 15,9). No olvides que Jesús Niño es tu mejor amigo (cf. Jn 15,15) y quiere que reces con Él al Padre por todos los niños del mundo, porque hay muchos que no le aman, y Él los ama a todos (cf. Mt 5,44). ¿Le ayudas a Jesús para que más niños se acerquen a Él? (cf. Mc 10,14).
ORACIÓN
Abba Padre, envíanos tu Espíritu Santo porque queremos ser los pesebres de Jesús (cf. Lc 2,7; Jn 14,23). Quisiéramos ser como la paja y la estrella del portal de Belén, para que Jesús venga como Niño a nacer en mi interior y en el corazón de mi familia (cf. Lc 2,10-12). Padre, ayúdanos a ser niños puros y alegres como Jesús (cf. Mt 5,8; Lc 2,40). Enséñanos a amarlo en la cruz y a orar siempre por todos los niños del mundo, dejándolo a Él habitar en nosotros, en el interior del corazón (cf. Gál 2,20; Mt 6,6).
Padre, haz que, sobre nosotros, los niños del mundo, caiga una lluvia de infancia espiritual (cf. Mt 18,3-4) y así podamos ser luz para nuestras familias y para la humanidad, y que todos los niños del mundo puedan nacer, especialmente nacer a tu amor de Padre (cf. Jn 1,12-13; 1 Jn 3,1). Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jr 1,5).
SANTO ROSARIO
PRIMER MISTERIO GLORIOSO: La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
Abba Padre, que la fuerza de la Resurrección se derrame sobre todos los niños del mundo, para que sean liberados de toda oscuridad, tristeza y falta de fe. Que la luz de Cristo Resucitado ilumine sus corazones, y así triunfe la vida sobre la muerte en cada niño, familia y nación.
1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO: La Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo
Te pedimos, Padre, que todos los niños del mundo sean fortalecidos por las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad. Que su pureza se agigante y broten de ellos muchos niños santos, que sean luz para sus familias y esperanza para la Iglesia. Rescata, Padre, a los niños heridos, sanándolos con tu ternura divina, y levanta la misión de los Niños por los Niños del Mundo, para que desde su pequeñez participen en la obra de tu Reino.
1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
TERCER MISTERIO GLORIOSO: La Venida del Espíritu Santo
Padre, envía tu Santo Espíritu sobre todos los niños del mundo. Levántalos, santifícalos y fórmalos como verdaderos adoradores eucarísticos. Otórgales la fuerza, el ardor y la valentía para ser las voces de aquellos niños que no tienen voz. Espíritu Santo, enciende tu luz sobre toda la faz de la tierra, para que los niños sean lámparas vivas que jamás se apagan, llevando tu Palabra y tu amor a cada rincón del mundo.
1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
CUARTO MISTERIO GLORIOSO: La Asunción de la Santísima Virgen María
Padre, por este misterio, lleva a todos los niños del mundo al Inmaculado Corazón de María. Que se realice en ellos el triunfo de su Corazón Inmaculado, y que por medio del Corazón de Jesús Niño, los pequeños reconozcan a la Virgen María como su Madre y Reina. Que su amor maternal se derrame sobre toda la humanidad, cubriendo con su manto de luz a cada niño, especialmente a los más abandonados y olvidados.
1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
QUINTO MISTERIO GLORIOSO: La Coronación de Santa María Virgen como Reina de todo lo creado.
Abba Padre, te pedimos que todos los niños del mundo sean cubiertos por el manto de la Santísima Virgen María, en especial aquellos que aún están en los vientres de sus madres. Que todos los niños puedan nacer, crecer y vivir bajo su maternal protección. Por las manos puras de María, consagra millones de corazones a su Hijo Jesucristo, para que vivan su Reinado de amor, paz y misericordia como verdaderos hijos de la Madre y del Rey.
1 Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria.
Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu Divino Amor y con ese eterno amor, sella a todos los niños por nacer. Amén.
Te ofrecemos Señor este Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria por el Papa N.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
ORACIÓN DE ENTREGA – FINAL
En tu Voluntad Divina, Corazón de Jesús Niño, vivo y presente en la Eucaristía, te entregamos con humildad todo lo que hemos vivido. Te entrego mis piecitos de niño, unidos a tus piecitos, Jesús. En ellos te ofrezco cada paso de cada sacerdote, misionero, servidor, de todos los niños salvados y de todos los niños que están en las pancitas de mamá y que no podrán caminar, porque no podrán nacer (cf. Jr 1,5; Sal 139,13-16).
Te entrego todo, Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, en reparación por cada paso fuera de tus piecitos de Niño (cf. Lc 2,19; Lc 2,51). Lleva, Jesús, a todos a tus pasos de Niño, y haz de Domus Vitae, de mis padres y de los niños más pequeñitos, un lugar donde, adorándote, se levante un ejército de niños adoradores por el mundo entero (cf. Mt 19,14; Sal 8,3). Te beso a Ti, Bebé Jesús, vivo en la Eucaristía. Corazón de Jesús Niño, séllanos con tu divino amor, y con ese eterno amor sella a todos los niños por nacer (cf. Ef 1,13; Jn 3,16). Amén.
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.