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DÍA 3 – MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA

Descripción del día: Recuerda vivir tu Santa Eucaristía y tu Santo Rosario diariamente. Y tus oraciones puedes realizarlas si es posible frente al Santísimo Sacramento.

Propósito del día: Haré algo en favor de los oprimidos humana y espiritualmente, por ejemplo, escribiendo a algún periódico, ablando por radio, difundiendo hojas, solidarizándome con una huelga justa.

Repetir durante el día las Jaculatorias: Preparen el camino del Señor (Mc,13) “Señor que vea”; “¡Que yo te conozca!”; ¡Ven Espíritu Santo!; “En el nombre del padre del Hijo y del Espíritu Santo, renuncio a satanás, renuncio a sus seducciones, renuncio a sus obras. Amén”.

 

ORACIONES DEL DÍA:

+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 VENI CREATOR SPIRITUS

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles llena con tu divina gracia, los corazones que creaste. Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre; que inspiras nuestras palabras. Ilumina nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé nuestro director y nuestro guía, para que evitemos todo mal. Por ti conozcamos al Padre, al Hijo revélanos también; Creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos. Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.

LETANÍAS AL ESPIRITU SANTO

Señor, Ten piedad.

Cristo, Ten piedad.

Señor, Ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, Escúchanos.

Dios, Padre celestial, Ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del mundo,

Dios, Espíritu Santo,

Trinidad Santa, un solo Dios,

Espíritu, que procedes del Padre y del Hijo,

Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación incubando las aguas las fecundaste,

Espíritu por cuya inspiración hablaron los santos hombres de Dios,

Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas,

Espíritu que das testimonio de Cristo,

Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas,

Espíritu que fecundas a María,

Espíritu del Señor que llenas todo el orbe,

Espíritu de Dios que habitas en nosotros,

Espíritu de sabiduría y entendimiento,

Espíritu de consejo y fortaleza,

Espíritu de ciencia y piedad,

Espíritu de temor del Señor,

Espíritu de gracia y misericordia,

Espíritu de fuerza, dilección y sobriedad,

Espíritu de fe, esperanza, amor y paz,

Espíritu de humildad y castidad,

Espíritu de benignidad y mansedumbre,

Espíritu de gracia multiforme,

Espíritu que escrutas hasta los secretos de Dios,

Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables,

Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma,

Espíritu en el cual renacemos,

Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones,

Espíritu de adopción de los hijos de Dios,

Espíritu que apareciste sobre los discípulos en forma de lenguas de fuego,

Espíritu del que los apóstoles quedaron henchidos,

Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres,

Senos propicio, Perdónanos, Señor.

Senos propicio, Escuchanos, Señor.

De todo mal, Líbranos Señor.

De todo pecado,

De las tentaciones e insidias del diablo,

De toda presunción y desesperación,

De la resistencia a la verdad conocida,

De la obstinación y de la impenitencia,

De la impureza de la mente y del cuerpo,

Del espíritu de fornicación,

De todo espíritu malo,

Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo,

Por la concepción de Jesús, hecha por tu operación,

Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán,

Por tu advenimiento sobre los discípulos,

En el día del juicio,

Nosotros, pecadores, te rogamos, óyenos.

Para que, así como vivimos por el Espíritu obremos también por el Espíritu,

Para que, recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos,

Para que, viviendo según el espíritu, no accedamos a los deseos de la carne,

Para que por el espíritu mortifiquemos las obras de la carne,

Para que no te contristemos a ti, Espíritu Santo de Dios,

Para que seamos solícitos en guardar la unidad de espíritu en el vínculo de la paz,

Para que no creamos a todo espíritu,

Para que sepamos discernir los espíritus, si son o no de Dios,

Para que renueves en nosotros el espíritu de rectitud,

Para que nos confirmes por tu espíritu soberano,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros.

Oremos: Te pedimos, Señor, que nos asista la fuerza del Espíritu Santo para que purifique convenientemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

AVE MARIS STELLA

Salve, estrella del mar, Madre santa de Dios y siempre Virgen, feliz puerta del cielo. Aceptando aquel «Ave» de la boca de Gabriel, afiánzanos en la paz al trocar el nombre de Eva. Desata las ataduras de los reos, da luz a quienes no ven, ahuyenta nuestros males, pide para nosotros todos los bienes. Muestra que eres nuestra Madre, que por ti acoja nuestras súplicas. Quien nació por nosotros, tomando el ser de ti. Virgen singular, dulce como ninguna, líbranos de la culpa, haznos dóciles y castos. Facilítanos una vida pura, prepáranos un camino seguro, para que viendo a Jesús,
nos podamos alegrar para siempre contigo. Alabemos a Dios Padre, glorifiquemos a Cristo soberano y al Espíritu Santo, y demos a las Tres personas un mismo honor. Amén.

Leer el Santo Evangelio según San Marcos 6, 17-29

Del tratado de la verdadera devoción. TVD 217-218

 COMUNICACIÓN DE MARÍA Y DE SU ESPÍRITU.

217. El alma de María estará en ti para glorificar al Señor y su espíritu se alborozará por ti en Dios, su Salvador, con tal que permanezcas fiel a las prácticas de esta devoción. “Que el alma de María more en cada uno para engrandecer al Señor, que el espíritu de María permanezca en cada uno para regocijarse en Dios”. ¡Ah! ¿Cuándo llegará ese tiempo dichoso -dice un santo varón en nuestros días, ferviente enamorado de María-, cuando llegará ese tiempo dichoso en que la excelsa María sea establecida como Señora y Soberana en los corazones, para someterlos plenamente al imperio de su excelso y único Jesús? ¿cuándo respiraran las almas a María como los cuerpos respiran el aire? Cosas maravillosas sucederán entonces en la tierra, donde el Espíritu Santo -al encontrar a su querida Esposa como reproducida en las almas- vendrá́ a ellas con la abundancia de sus dones y las llenará de gracia. ¿cuándo llegará, hermano mío, ese tiempo dichoso, ese siglo de María, en el que muchas almas escogidas y obtenidas del Altísimo por María, perdiéndose ellas mismas en el abismo de su interior, se transformen en copias vivientes de la Santísima Virgen para amar y glorificar a Jesucristo? Ese tiempo solo llegará cuando se conozca y viva la devoción que yo enseño: “¡Señor, para que venga tu reino, venga el reino de María!”.

TRANSFORMACIÓN EN MARÍA A IMAGEN DE JESUCRISTO.

218. Si María, que es el árbol de la vida, está bien cultivada en ti mismo por la fidelidad a las prácticas de esta devoción, dará́ su fruto en tiempo oportuno, fruto que no es otro que Jesucristo. Veo a tantos devotos y devotas que buscan a Jesucristo. Unos van por un camino y una práctica, los otros por otra. Y con frecuencia, después de haber trabajado pesadamente durante la noche, pueden decir: Nos hemos pasado toda la noche bregando y no hemos cogido nada (Lc 5,5). Y se les puede contestar: Siembran mucho, cosechan poco (Ag 1,6). Jesucristo es todavía muy débil en ustedes. Pero por el camino inmaculado de María y esta práctica divina que les enseño se trabaja de día, se trabaja en un lugar santo y se trabaja poco. En María no hay noche, porque en Ella no hay pecado, ni aun la menor sombra de él. María es un lugar santo. Es el Santo de los santos, en donde son formados y moldeados los santos.

 MAGNIFICAT

+ Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Rezo del Santo Rosario correspondiente al día (Clic aquí)

Ofrecer el Santo Rosario; Rezar el Credo; Rezar los 5 misterios correspondientes al día, finalizar cada misterio con un Gloria y jaculatorias; Al finalizar el Santo Rosario rezar por las intenciones del Santo Padre, ofrecer las 3 Ave María, Gloria y la Salve por nuestra diócesis y nuestro obispo.

 Letanías a la Santísima Virgen: (Clic Aquí)

Oración final y ofrecimiento del día: (Clic Aquí)

 +En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

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